Calendario De Adviento III

Relato Corto Navideño


En este tercer día, del Calendario de Adviento os propongo escribir un Relato Corto Navideño de cuatro capítulos, a publicar los días: 

Capítulo I: Hoy, 3 de Diciembre.
Capítulo II: Domingo, 7 de Diciembre.
Capítulo III: Domingo, 14 de Diciembre.
Capítulo IV: Domingo, 21 de Diciembre.

Un Espejo Roto.
Siete Años de Mala Suerte.
Capítulo I.


Poco a poco abre los ojos, con dificultad se adapta a la luz que entra por la ventana. Se retuerce en la cama, y lucha, con poco éxito, por volver a conciliar el sueño. Cansado de su guerra perdida con Morfeo, se levanta a duras penas y camina desganado al baño. Otro día más. Piensa.

Lleva siete años culpando a los espejos de su mala suerte. Ha hecho cálculos, y si no se equivoca hoy debería acabar de una vez su racha. Aunque eso no lo anima demasiado.

Mira por la ventana. Abatido. Y el frío parece instalarse en sus huesos. Tiene el corazón helado, desde que ella lo dejó. Sin una explicación, sin nada a lo que agarrarse. Nada que pudiese ayudarlo a olvidarla. Solo el regusto amargo del café frío que tanto odia. La Navidad era su estación favorita del año, pero ahora solo es un día más en el calendario. Un día más para tachar. El año está a punto de acabar, como se acaban los cigarrillos de su paquete... Ella odiaba el tabaco... Pero ya da igual, porque no está.
Y poco a poco se convence, a medida que la esperanza se marcha, que tal vez nunca refrese, que debería pasar página... Pero su libro está acabado. No hay nada más allá. ¿O tal vez si?
Dicen que la Navidad, es esa época dónde los sueños se hacen realidad. Pero el único sueño de Aaron, es volver a dormir. Y tal vez no volver a despertar...
Cansado de sí mismo, se abriga y sale a la calle, en busca de cualquier cosa, que lo haga olvidar, al menos por un momento la soledad en la que se halla sumido desde hace meses... Camina por las calles decoradas de luces, camina entre las parejas felices que se demuestran su amor y le provocan arcadas, camina entre las familias alegres que paran a tomar café y dulces en el Starbucks de la esquina.

Se siente un fantasma. Se imagina así mismo como un espectro negro que desentona en la blancura de la nieve, un ente gris, triste y taciturno que nada tiene que hacer en una calle feliz como aquella. Vuelve a sentirse peor consigo mismo, aunque no es su culpa, es decir, ella se marchó. ¿Qué podía hacer? Ella nunca le dijo su destino. ¿Es que acaso no lo merecía?

Casi sin querer y arrastrado por su subconsciente, llega a la estación de autobús donde se conocieron, ella volvía a casa de vacaciones y él se hizo pasar por un pasajero más. Hablaron durante todo el camino, aunque el trayecto no era muy largo... El amor a primera vista puede ser real, el amor de estación puede ser muy doloroso, piensa.
Se queda ahí parado, frente a los andenes, escuchando la voz mecánica, artificial que anuncia las idas y venidas de más y más autobuses cargados de distintos personajes. Y respira hondo, empapándose de cada momento. Calándose hasta lo más profundo de melancolía... Entonces, recuerda su colonia, y sus ojos se llenan de lágrimas, pero las espanta rápidamente parpadeando con fuerza. Recordándose que debe ser fuerte, que ella se fue. 

Decide que ya ha pasado demasiado tiempo en la estación, que el ruido de los motores le perfora los tímpanos, aunque no es cierto, que el olor de la gasolina lo asfixia, pero tampoco es verdad. Lo que embota sus sentidos y lo ahoga es el saber que ella no está ahí.

... O al menos... Eso cree él...

- ¿Aaron? ¿Eres tú? - El sonido de su voz lo hace caer en un abismo muy oscuro, y al girarse y mirarla, es como si el sol volviese a salir. Es ella. Es ella, de eso está seguro. Pero... está distinta...


6 comentarios:

  1. Ay jo, quiero el próximo capítulo ya!!
    Me ha gustado mucho, de momento sí que parece que sea culpa del espejo.
    ¡Un besín!

    ResponderEliminar
  2. Chan! que intrigante, porque se ve distinta ella? Que salga el prox capítulo.. Y me parece que su mala suerte e sproducto de su mente, digo: si lo imaginas lo creas. Para crearlo, hay que atraerlo.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. ¿Será la magia de la Navidad? Jijijijiji a ver que nos trae el próximo capítulo

    ResponderEliminar
  4. wow qué bonito, me gusta el personaje tan deprimido y solitario! continuaré leyendo, al parecer es una historia diferente a lo que se acostumbra cuando se refiere a la navidad, buen escenario!

    ResponderEliminar

Leo todos los comentarios y trato de contestar a todos los que puedo. Gracias por dejar tu opinión, valoro mucho que inviertas tu tiempo en leer mis entradas y comentarlas. Si quieres dejar el enlace de tu página estaré encantada de echarle un vistazo.